El humano es consciente, en mayor o menor medida, de una fuerza que no sólo le sustenta sino que le conforma. Todas las culturas se han hecho eco de ella y todas, en sus formas peculiares, lo han mostrado.
Consecuentes con nuestra muestra de presentar la unicidad de toda manifestación, hemos resaltado esta circunstancia con un macro acrónimo recordando a algunas de las más representativas: la fórmula más ancestral de la que los antiguos egipcios heredaron su legado (Ath); parecidamente, casi en sus antípodas, la milenaria cultura china (Tao); y también, no menos remoto en el tiempo, el mundo indio a través de la permanente interacción entre sus inicios (Veda) y un revulsivo reconsiderar búdico (Boddhi). El acrónimo señala así la enseñanza común (Vada) subyacente en las Culturas mentadas.
Todas ellas han considerado como sostén y hacedor de sus presentaciones el mismo «ingrediente» que en Advaita Institute tanto potenciamos: la energía en todas sus formas o manifestaciones.
Todas, como no podía ser de otra manera, son pues una evidencia en este punto concreto de Presencia en que VIDA se muestra en acción. Una acción tanto en forma activa como pasiva, pues ésta no deja de ser otra forma de actuación.